Saludos gente, saludos Caballeros de Calradia, he decidido volver a mis inicios, he decidido volver al lugar donde comencé a escribir, muchos recordaran mi primer relato "Invasion a Calradia", por eso, vuelvo (lamentablemente en otra cuenta) con un nuevo relato, ambientado en Calradia, pero cambiando ciertos aspectos, aunque el trasfondo es el mismo. El relato sera actualizado a medida que instale nuevamente el juego y recupere algunos archivos para no perder "la idea" plasmada en mis relatos.
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El grandioso Imperio de Shenaria, el que antaño se extendía por las heladas tierras del Norte, las planicies y cadenas montañosas occidentales, las extensas estepas orientales y los áridos desiertos del Sur, tras cientos de años de esplendor político, cultural y militar, se enfrenta ahora a los momentos más difíciles y duros de su historia. Los inesperados enemigos comienzan a emerger para mermar su poder. Sus territorios aún son extensos y sus ejércitos fuertes, pero, aun así, muchos sospechan que se acerca su final.
Un gran imperio central. El núcleo de poder de Shenaria durante cientos de años. Descendientes de los Primeros Hombres, los habitantes de Shenaria se reunieron en las tierras más fértiles consagrando una nación. Una nación que fue creciendo, anexionado naciones y destruyendo otras, hasta conformar un espléndido Imperio. Pero, los tiempos cambian. El Emperador Julio II establece nuevamente como religión oficial al Tajismo, el culto a Taj como única fe oficial del imperio. Este emperador, se ha vuelto un fanático, dispuesto a cualquier cosa para extender e imponer su fe a cualquiera que considere infiel.
El Reino del Norte, región situada en la parte norte de Shenaria, tierra de bosques congelados, ríos, montañas y extensas áreas nevadas. Es el hogar de los Nórdicos, conocidos por su increíble resistencia a las frías heladas, Su territorio abarca y extiende por toda la Tierra del Norte, una zona totalmente nevada y casi despoblada a excepción de sus ciudades. Está divido en cantidad incontable de clanes, los que actualmente se encuentran luchando entre sí, separados por grandes disputas internas.
Los Nórdicos, un pueblo de gentes fuertes, adaptado a condiciones climáticas duras, con luchas tribales frecuentes entre sí, pero fieles a su cultura y a sus dioses. El Imperio, sabiendo de la fortaleza de estos hombres los contrata como mercenarios, llegando incluso a formar parte de la guardia imperial. El nuevo y fanático emperador obliga a unificar todos los territorios del imperio bajo la "única fe". Los Pueblos del Norte lo toman como un insulto y ofensa contra su libertad, rebelándose para defender sus creencias.
El Reino de Occidente, una tierra rica de grande llanuras cultivables y extensas praderas boscosas. Un reino asentado en el centro occidental del continente de Shenaria, logrando así una posición fuerte y defensiva, siendo uno de los reinos más estrictamente feudales. Altas y poderosas murallas de piedra, rodean y protegen la prospera ciudad de Kaynit, capital del reino, además de ser punto vital para las rutas de comercio interno, el centralizado Reino de Occidente, administra sus posesiones y dominios, manteniendo a numerosos ducados y condados como vasallos. Sin embargo, su soberanía en la sureña región montañosa, se ve menguada al vivirse continuos ambientes de rebelión y de amenaza separatista de la pequeña República de Veluk, junto a las constantes incursiones nórdicas por el norte.
Considerados rebeldes, se incluyen dentro del Imperio. Desde hace siglos sirvieron fieles al emperador, trabajaron para él y lucharon por él. Localizados al oeste, los puertos comerciales del Imperio comenzaron a obtener grandes riquezas debido a los tratos realizados en ultramar. La riqueza está relacionada con el poder. Estos burgueses y mercaderes acumulan grandes riquezas lo que provoca los celos del emperador. Sabedores de esto, los burgueses han conformado el Reino de Occidente. Contratan y sobornan a nobles del Imperio para unirlos a su causa y defenderse del emperador. Contratan mercenarios del otro lado del mar. Conforman así un ejército muy diverso cuyo nexo de unión son las monedas de oro. Cualquiera que defienda a Occidente sabrá que tendrá una vida dichosa rodeada de grandes riquezas.
Impulsados y alentados por la momentánea debilidad del Imperio, levantan un enorme ejército mercenario, reclaman el derecho al Trono de Shenaria y para ello buscaron apoyo de guerreros y nobles que tengan intereses comunes en Shenaria.
El Califato Karrani, una tierra bastante árida, consistente principalmente en desiertos, estepas, ríos, lagos y oasis. La parte más occidental del reino, se encuentra cerca de Occidente, lugar donde crece la vegetación, los pocos bosques se encuentran a lo largo de la frontera. El Gran Desierto del Sur, hogar de arena y oasis, allí viven los Karranies, habitantes de un territorio hostil, desértico y mayoritariamente seco, los oasis y ríos se encargan de mantener la vida humana y natural que se asienta a su alrededor. Desde Shaznir, la ciudad capital, manejan a sus caudillos, emires y sultanes vasallos.
Al sur, el gran Desierto, y después... lo desconocido. Este desierto es el único punto débil del Imperio. Hace siglos que pueblos extranjeros no atacan Shenaria. Sin embargo, en los últimos lustros feroces saqueadores realizan incursiones a través de este desierto con el fin de tomar las riquezas y las mujeres de las aldeas más prósperas del sur del Imperio. Los ejércitos imperiales no se mueven con facilidad en estas tierras, no soportan el calor e incluso algunos alcanzan la locura hasta caer en las arenas ardientes. Sólo un pueblo es capaz de resistir estas condiciones, el pueblo Karraní, el único capaz de luchar contra estos maleantes. El imperio organiza una marca fronteriza con miembros locales de estas aldeas fronterizas al desierto. Eran un pueblo nómada, pero gracias al imperio organizaron sus primeros asentamientos y se dedicaron al comercio. Sin embargo, el nuevo emperador exige más tributos a esta marca fronteriza para sufragar sus campañas de "Expansión de la fe". Por si esto no fuera poco un importante monje Karraní, conocido como Alim, quien insta a difundir la Doctrina, del culto al dios Akghur, basada en la igualdad de todos los seres humanos ante los Dioses, enfrentándose ideológicamente a la idea de Imperio. Estos Karraníes, adaptados al desierto y entrenados bajo el imperturbable sol se rebelan contra el emperador por el trato injusto hacia un pueblo fiel que defendió siempre los intereses del imperio y que intenta vivir en paz con sus creencias.
Las fuerzas del Imperio, empezaron a luchar para recuperar lo perdido. El Emperador Julio II murió lamentablemente en batalla contra los Nórdicos, usurpando el trono rápidamente su hijo mayor, quien prosiguió la guerra contra los nórdicos.
Sin embargo, el tercer hijo, propuso la firma de paz, extendiendo mensajes derrotistas y antipatrióticos a lo largo por todo el imperio, decidiendo exiliarse al sur cuando encontró el rechazo imperial. Al transcurrir una década de exilio, llegando al año 565, este decidió volver, trayendo consigo un ejército de mercenarios y nómadas de todas las tribus del sur. Intento generar un golpe de estado para derrocar a su hermano mayor, pero este fracasa en la acción y ahora se encuentra en rebelión, contando con el apoyo total de las tribus del desierto del sur y de las estepas de oriente, proclamándose Sultán Karrani, prometiéndoles libertad y derechos.
Por otro lado, la paz en el norte fue firmada tras otros varios años de guerra, otorgándoles todo el norte. El segundo hijo del difunto emperador, es nombrado Gobernador del Norte, pero este va más allá, también desea obtener el trono, al no conseguirlo diplomáticamente, se levantó en armas proclamándose Rey del Norte, logrando con gran esfuerzo unir y levantar a los clanes nórdicos. El Imperio de Shenaria decayó definitivamente, dando comienzo a la Era Oscura, la Tercera Era.
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El grandioso Imperio de Shenaria, el que antaño se extendía por las heladas tierras del Norte, las planicies y cadenas montañosas occidentales, las extensas estepas orientales y los áridos desiertos del Sur, tras cientos de años de esplendor político, cultural y militar, se enfrenta ahora a los momentos más difíciles y duros de su historia. Los inesperados enemigos comienzan a emerger para mermar su poder. Sus territorios aún son extensos y sus ejércitos fuertes, pero, aun así, muchos sospechan que se acerca su final.
Un gran imperio central. El núcleo de poder de Shenaria durante cientos de años. Descendientes de los Primeros Hombres, los habitantes de Shenaria se reunieron en las tierras más fértiles consagrando una nación. Una nación que fue creciendo, anexionado naciones y destruyendo otras, hasta conformar un espléndido Imperio. Pero, los tiempos cambian. El Emperador Julio II establece nuevamente como religión oficial al Tajismo, el culto a Taj como única fe oficial del imperio. Este emperador, se ha vuelto un fanático, dispuesto a cualquier cosa para extender e imponer su fe a cualquiera que considere infiel.
El Reino del Norte, región situada en la parte norte de Shenaria, tierra de bosques congelados, ríos, montañas y extensas áreas nevadas. Es el hogar de los Nórdicos, conocidos por su increíble resistencia a las frías heladas, Su territorio abarca y extiende por toda la Tierra del Norte, una zona totalmente nevada y casi despoblada a excepción de sus ciudades. Está divido en cantidad incontable de clanes, los que actualmente se encuentran luchando entre sí, separados por grandes disputas internas.
Los Nórdicos, un pueblo de gentes fuertes, adaptado a condiciones climáticas duras, con luchas tribales frecuentes entre sí, pero fieles a su cultura y a sus dioses. El Imperio, sabiendo de la fortaleza de estos hombres los contrata como mercenarios, llegando incluso a formar parte de la guardia imperial. El nuevo y fanático emperador obliga a unificar todos los territorios del imperio bajo la "única fe". Los Pueblos del Norte lo toman como un insulto y ofensa contra su libertad, rebelándose para defender sus creencias.
El Reino de Occidente, una tierra rica de grande llanuras cultivables y extensas praderas boscosas. Un reino asentado en el centro occidental del continente de Shenaria, logrando así una posición fuerte y defensiva, siendo uno de los reinos más estrictamente feudales. Altas y poderosas murallas de piedra, rodean y protegen la prospera ciudad de Kaynit, capital del reino, además de ser punto vital para las rutas de comercio interno, el centralizado Reino de Occidente, administra sus posesiones y dominios, manteniendo a numerosos ducados y condados como vasallos. Sin embargo, su soberanía en la sureña región montañosa, se ve menguada al vivirse continuos ambientes de rebelión y de amenaza separatista de la pequeña República de Veluk, junto a las constantes incursiones nórdicas por el norte.
Considerados rebeldes, se incluyen dentro del Imperio. Desde hace siglos sirvieron fieles al emperador, trabajaron para él y lucharon por él. Localizados al oeste, los puertos comerciales del Imperio comenzaron a obtener grandes riquezas debido a los tratos realizados en ultramar. La riqueza está relacionada con el poder. Estos burgueses y mercaderes acumulan grandes riquezas lo que provoca los celos del emperador. Sabedores de esto, los burgueses han conformado el Reino de Occidente. Contratan y sobornan a nobles del Imperio para unirlos a su causa y defenderse del emperador. Contratan mercenarios del otro lado del mar. Conforman así un ejército muy diverso cuyo nexo de unión son las monedas de oro. Cualquiera que defienda a Occidente sabrá que tendrá una vida dichosa rodeada de grandes riquezas.
Impulsados y alentados por la momentánea debilidad del Imperio, levantan un enorme ejército mercenario, reclaman el derecho al Trono de Shenaria y para ello buscaron apoyo de guerreros y nobles que tengan intereses comunes en Shenaria.
El Califato Karrani, una tierra bastante árida, consistente principalmente en desiertos, estepas, ríos, lagos y oasis. La parte más occidental del reino, se encuentra cerca de Occidente, lugar donde crece la vegetación, los pocos bosques se encuentran a lo largo de la frontera. El Gran Desierto del Sur, hogar de arena y oasis, allí viven los Karranies, habitantes de un territorio hostil, desértico y mayoritariamente seco, los oasis y ríos se encargan de mantener la vida humana y natural que se asienta a su alrededor. Desde Shaznir, la ciudad capital, manejan a sus caudillos, emires y sultanes vasallos.
Al sur, el gran Desierto, y después... lo desconocido. Este desierto es el único punto débil del Imperio. Hace siglos que pueblos extranjeros no atacan Shenaria. Sin embargo, en los últimos lustros feroces saqueadores realizan incursiones a través de este desierto con el fin de tomar las riquezas y las mujeres de las aldeas más prósperas del sur del Imperio. Los ejércitos imperiales no se mueven con facilidad en estas tierras, no soportan el calor e incluso algunos alcanzan la locura hasta caer en las arenas ardientes. Sólo un pueblo es capaz de resistir estas condiciones, el pueblo Karraní, el único capaz de luchar contra estos maleantes. El imperio organiza una marca fronteriza con miembros locales de estas aldeas fronterizas al desierto. Eran un pueblo nómada, pero gracias al imperio organizaron sus primeros asentamientos y se dedicaron al comercio. Sin embargo, el nuevo emperador exige más tributos a esta marca fronteriza para sufragar sus campañas de "Expansión de la fe". Por si esto no fuera poco un importante monje Karraní, conocido como Alim, quien insta a difundir la Doctrina, del culto al dios Akghur, basada en la igualdad de todos los seres humanos ante los Dioses, enfrentándose ideológicamente a la idea de Imperio. Estos Karraníes, adaptados al desierto y entrenados bajo el imperturbable sol se rebelan contra el emperador por el trato injusto hacia un pueblo fiel que defendió siempre los intereses del imperio y que intenta vivir en paz con sus creencias.
Las fuerzas del Imperio, empezaron a luchar para recuperar lo perdido. El Emperador Julio II murió lamentablemente en batalla contra los Nórdicos, usurpando el trono rápidamente su hijo mayor, quien prosiguió la guerra contra los nórdicos.
Sin embargo, el tercer hijo, propuso la firma de paz, extendiendo mensajes derrotistas y antipatrióticos a lo largo por todo el imperio, decidiendo exiliarse al sur cuando encontró el rechazo imperial. Al transcurrir una década de exilio, llegando al año 565, este decidió volver, trayendo consigo un ejército de mercenarios y nómadas de todas las tribus del sur. Intento generar un golpe de estado para derrocar a su hermano mayor, pero este fracasa en la acción y ahora se encuentra en rebelión, contando con el apoyo total de las tribus del desierto del sur y de las estepas de oriente, proclamándose Sultán Karrani, prometiéndoles libertad y derechos.
Por otro lado, la paz en el norte fue firmada tras otros varios años de guerra, otorgándoles todo el norte. El segundo hijo del difunto emperador, es nombrado Gobernador del Norte, pero este va más allá, también desea obtener el trono, al no conseguirlo diplomáticamente, se levantó en armas proclamándose Rey del Norte, logrando con gran esfuerzo unir y levantar a los clanes nórdicos. El Imperio de Shenaria decayó definitivamente, dando comienzo a la Era Oscura, la Tercera Era.